domingo, 20 de octubre de 2013

Un abogado de Illinois inicia una campaña contra GTA V


No quiere que los padres compren este juego a sus hijos.
La saga Grand Theft Auto tiene una larga tradición de polémicas con abogados, pero estas parecían 
haberse relajado tras la suspensión vitalicia de Jack Thompson para ejercer la abogacía. Ahora, la polémica llega de mano de Jim Glasgow, abogado de Illinois (EE.UU.) pero con importantes diferencias: Glasgow quiere informar a los padres y no quiere presentar ninguna demanda, aunque sí desea conseguir boicotear económicamente a la compañía y al videojuego.
Glasgow ha iniciado una campaña para pedir a los padres que no compren el juego GTA V (un título que está recomendado para mayores de 18 años) y ha iniciado una serie de reuniones con estudiantes y padres en institutos.

El periódico local Southtown Star relata que en una reunión con aproximadamente 50 padres en el instituto Mokena Junior High School de Illinois mostró un vídeo de seis minutos del videojuego para intentar convencer a los padres. Según expone el periódico, muchos de los padres apartaron la vista o se taparon los ojos ante algunas de las escenas seleccionadas por Glasgow. Entre ellas se incluía cómo se mataba a un perro y un tiroteo con la policía.

"La violencia es el entretenimiento número uno en ventas", dijo Glasgow. "Nuestra cultura acepta la violencia, pero tenemos que decir que ya no queremos eso".

Hay que recordar que GTA V es un producto recomendado para mayores de 18 años según la clasificación europea (+18, según PEGI) y estadounidense (Mature, según ESRB), por lo que, desde luego, todos los padres deberían ser conscientes de que es un producto equiparable a cualquier película con una clasificación por edades similar.

Glasgow insiste en que no tiene intención de iniciar ninguna campaña judicial contra Rockstar o Take-Two ni pretende promover un cambio legislativo con respecto al mercado de los videojuegos, pero sí promover que los padres no compren este título a sus hijos, lo que cree que resultará en un boicot económico.

Desde Facebook a WhatsApp: qué ocurre con los permisos que nos piden las 'apps'

Desde Facebook a WhatsApp: qué ocurre con los permisos que nos piden las 'apps'

Depende de cada caso y es importante saber que estas solicitudes aparecen por imperativo legal y para proteger nuestra privacidad, y que con ello se nos da la potestad para decidir qué funciones permitimos y cuáles no. Desde Consumer se detallan los tipos de permisos que requieren las aplicaciones y si conviene acceder a sus demandas.
En algunos casos, sin dar el permiso reclamado la aplicación, ésta no podrá hacer sus funcionesLas empresas tienen la obligación por una directiva de la Comisión Europea de informar de forma clara de que desean conocer a datos privados del usuario y que estos pueden ser utilizados para fines de marketing o publicidad. Cada vez que la aplicación quiera acceder a una carpeta o función de nuestro teléfono, deberá pedirnos permiso. Por nuestra parte, podremos negarnos o no, pero hay que tener en cuenta que, en algunos casos, sin dar el permiso reclamado la aplicación no podrá hacer sus funciones.
De todos modos, la mayoría de smartphones tienen un apartado de "Ajustes" donde se puede regular el nivel de privacidad que se otorga a las diferentes apps, de modo que si nos interesa habilitar el acceso temporal de una aplicación a un determinado archivo o función, se lo podamos permitir para luego restringirlo de nuevo.
Ubicar al usuario en todo momento se ha puesto de moda en muchas aplicaciones para las cuales, en principio, no es una condición imprescindible. Desde WhatsApp a Facebook piden permiso para conocer nuestra ubicación. Quizás a nuestros contactos les guste saber desde dónde les hablamos, o a nosotros presumir de que estamos en un sitio exclusivo, pero en general, no tiene sentido tenerla activada para funciones de mensajería.
En Twitter o Facebook, la geolocalización en la mayoría de los casos carece de valorEn el caso de redes sociales como Instagram, podría tener algún interés si le dan significado al material que compartimos. Así, una foto de un paisaje en Instagram se explica mejor conociendo el lugar donde fue tomada. Puede que, por el contrario, no queramos que se sepa dónde estamos. En Twitter o Facebook, la geolocalización en la mayoría de los casos carece de valor, a no ser que nos importe recibir publicidad contextualizada por nuestra posición.
Ahora bien, debemos tener en cuenta que estos datos privados también pasan a formar parte de estudios de marketing que se usarán después para enviarnos publicidad. También es bueno tener presente que la función de ubicación activa el GPS 

martes, 15 de octubre de 2013

Air Berlin paga 2.635 euros al dueño de Nano, el perro que murió deshidratado

La compañía aérea Air Berlin ha aceptado hoy pagar 2.635 euros de indemnización y 550 euros por las costas procesales al dueño de un perro quedemandó a la aerolínea por la muerte de su mascota como consecuencia de una deshidratación, tras ser expuesto al sol en la pista del aeropuerto de Sevilla durante 40 minutos.

El juzgado de lo Mercantil número 2 de Palma ha acogido hoy la vista oral por esta demanda, en la que la aerolínea y el afectado han alcanzado un acuerdo amistoso, por lo que el proceso ha quedado visto para sentencia, ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Baleares. 

La defensa del demandante, que ejercía la empresa Reclamador.es, ha destacado que con el acuerdo Air Berlin, que ya ha efectuado el pago, "reconoce su responsabilidad en la muerte de Nano, un bulldog inglés que los operarios de handling de la aerolínea dejaron expuesto al sol en el aeropuerto de Sevilla", antes de embarcar en un vuelo hacia Palma el 11 de julio de 2012.

El pasajero demandante aseguraba que cuando acudió a facturar el perro como equipaje en la capital hispalense solicitó al operario de la compañía aérea que le permitiera dejar un cuenco con agua dentro del trasportín porque era un día muy caluroso y faltaban dos horas para el embarque. El operario se negó, alegando que el agua podía mancharlo todo, aunque el pasajero explicó que el trasportín era estanco y dejó una botella de agua y un cuenco en un compartimento del transportador e insistió en que dieran de beber al perro.

Posteriormente, el pasajero vio desde los ventanales de la sala de embarque del aeropuerto cómo llevaron a su mascota a pie de avión y lo dejaron en la pista al sol unos 40 minutos. Al llegar a Palma, una operaria le indicó que había un problema con su perro, que estaba tumbado, que no se movía y que podía necesitar ayuda veterinaria urgente, según reflejaba la demanda.

Cuando le entregaron el trasportín, el pasajero comprobó que su mascota estaba muerta y que el receptáculo estaba "repleto de vómitos, orines y heces, síntomas previos a la muerte por deshidratación", según recoge la demanda por "extrema negligencia", que adjuntaba un certificado de un veterinario que indicaba que el animal murió por un golpe de calor.

La aerolínea le devolvió los 75 euros que había abonado por el viaje y le ofreció un bono de descuento de 100 euros.

El pasajero reclamó 2.635 euros de indemnización, cantidad resultante de sumar lo que le costó el perro (1.295 euros), las tasas abonadas por el viaje del animal (74), el coste del certificado veterinario exigido por la compañía aérea (30), del trasportín (177) y de la recogida e incineración del animal muerto (59 euros), así como 1.000 euros por daños morales.

El responsable de la compañía que ha defendido al pasajero, Pablo Rabanal, ha celebrado el acuerdo alcanzado que considera una victoria "no solo económica sino moral y ética", así como "un aviso claro para que las aerolíneas revisen sus protocolos de transporte de mascotas".

por: el confidencial