15/03/2014 Los Mossos d"Esquadra han detenido a un hombre de 72 años al que acusan de haber abusado de cuatro mujeres discapacitadas desde hace tres años, de grabar las relaciones en vídeo y al que también le imputan un delito de prostitución por prometerles dinero y regalos a cambio de dichas relaciones sexuales.
En un comunicado, la policía autonómica ha precisado que el caso se ha destapado gracias a que una trabajadora del centro para personas adultasdiscapacitadas donde residían las víctimas, situado en el distrito de Gràcia, informó a los Mossos d"Esquadra el pasado 3 de marzo.
Según la investigación, el hombre llamó días antes al centro haciéndose pasar por familiar de una de ellas y cuando la trabajadora habló con la mujer, esta le explicó que había mantenido relaciones sexuales con ella y otras tres mujeres más a cambio de dinero y regalos, si bien en muchas ocasiones, según los Mossos, acababa por no pagarles nada alegando que no tenía dinero.
Tras entrevistar a las cuatro víctimas, la policía autonómica comprobó que el detenido se aprovechó de los trastornos mentales severos de las víctimas para obligarles a mantener relaciones sexuales con él y que incluso grabó las relaciones en vídeo.
El origen de los abusos, según el testimonio de estas mujeres recabado por los Mossos, se remontaría a hace tres años y habría comenzado con una mujer, una de las cuatro mencionadas, que ya no está en el centro y que también sufría trastornos severos.
Los abusos se habrían mantenido hasta el momento en que la trabajadora del centro denunció el caso a la policía autonómica.
Días después de la denuncia, el hijo del detenido, un hombre de 41 años, llamó a una de las víctimas para amenazarla, por lo que también quedó detenido.
No obstante, ambos están ahora en libertad con cargos; el hombre de 72 años pasó a disposición judicial el pasado 13 de marzo y quedó en libertad con cargos con orden de prohibición de no acercarse a menos de 500 metros de las víctimas o del centro.
Al saber que el caso se había destapado, los dos detenidos se escondieron en su casa y borraron sus datos personales del buzón, pero los agentes iniciaron una vigilancia por la zona y acabaron deteniéndoles el pasado martes a última hora de la tarde, cuando vieron luz en el piso y, con una orden judicial de entrada y registro en su poder, accedieron al inmueble y les detuvieron.
Allí requisaron cuatro teléfonos móviles, un portátil, una cámara digital y una tarjeta de memoria que está analizando la unidad central de informática forense para localizar los vídeos y fotos que el detenido habría hecho de sus víctimas.
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